De la buena localización de la vivienda depende la oferta y la demanda de un producto inmobiliario. Por tanto, si existe un factor que determina las posibilidades de vender una casa de forma más o menos rápida, es su ubicación.
Una buena zona y el entorno es para el futuro propietario la garantía de que la inversión realizada será sólida a largo plazo.
Desde mi propia experiencia como agente inmobiliaria puedo afirmar que la localización del inmueble es un factor de gran relevancia a la hora de vender una casa ya que un buen entorno de la vivienda es considerado como una prioridad por la mayoría de los compradores.
Aunque una vivienda cuente con un precio muy atractivo y un buen diseño arquitectónico, es bastante frecuente que no resulte fácil de vender si se encuentra situada en una mala zona (cerca de un hospital, aeropuerto, una autovía, parque de bomberos…). Por el contrario, es más fácil despertar el interés de un comprador por una vivienda que, aunque no esté en óptimas condiciones, si se encuentra bien ubicada.
Pero si vas a vender tu vivienda, ¿sabes a qué nos referimos cuando hablamos de una buena localización o de un buen entorno? Pues bien, básicamente son seis las características que hacen que una vivienda esté considerada dentro de una buena ubicación:
Lamentablemente, la localización de una vivienda es la que es y no está en nuestras manos poder cambiarla. Si consideras que tu vivienda no reúne la mayoría de las características citadas anteriormente, existen otros muchos factores en los que puedes influir para que puedes vender tu vivienda con total garantía de éxito.
En entradas anteriores ya he hablado del home staging y de cómo la decisión de comprar una vivienda pasa en primer lugar por un proceso emocional. Por tanto, si tu vivienda no cuenta con una buena localización puedes intervenir en ciertos factores que la hagan más atractiva con el fin de acelerar el proceso de venta. El estado de la vivienda, su presentación, limpieza y despersonalización pueden ser medidas que influyen para recibir ofertas desde el primer momento. De no adoptar este tipo de acciones, la vivienda puede perdurar en el tiempo sin despertar el interés real de ningún comprador.
Y como no, las acciones de marketing que adoptes también serán determinantes. La primera decisión que todo vendedor de una propiedad debe de realizar es la elección de un agente inmobiliario de confianza. El agente se encargará de realizar un plan de marketing personalizado usando los distintos canales de difusión y las herramientas disponibles del mercado inmobiliario: redes sociales, reportajes fotográficos, publicación en portales inmobiliarios, videos, posicionamiento en Google…