Técnica y brevemente, podemos definir al agente inmobiliario como el profesional que se encarga de gestionar todos los aspectos relacionadas con la transacción y venta de una propiedad inmobiliaria.
A pesar de la imagen y concepto generalizado que se pueda tener del agente inmobiliario, hay que entender que la figura de un asesor va mucho más allá de ser un mero agente comercial. En la ejecución de su trabajo debe actuar en múltiples ocasiones como abogado, arquitecto, analista de mercado, negociador, psicólogo, coach… ya que, además de tener que satisfacer las necesidades del comprador y del vendedor, debe de encargarse de todo el proceso burocrático, legal y económico de la transacción.
En post anteriores hemos hablado sobre cómo ha evolucionado el sector inmobiliario y cómo los agentes han de reinventarse y adaptarse para lograr realizar un trabajo de calidad. En el artículo de hoy vamos a ir un paso más allá para tratar de definir los 10 mandamientos básicos con los que todo agente inmobiliario debe cumplir para alcanzar el éxito en su trayectoria profesional.
Ya hemos comentado que un asesor inmobiliario es mucho más que un vendedor, por tanto, ha de reunir unas características personales que lo definan y que lo hagan destacar entre los profesionales del sector. Entre las múltiples cualidades que debe tener, destacamos:
En un mercado en continua evolución y como consecuencia directa de la era digital, se hace totalmente necesario poseer una mente abierta y proactiva para poder asumir, de la forma más rápida y fácil posible, todos los cambios que se producen en este complejo y competitivo sector.
Acomodarse en el sector inmobiliario significa quedar rezagado y pérdida de oportunidades. Es imprescindible seguir la actualidad inmobiliaria, pero además, conocer idiomas (sobre todo inglés) para poder satisfacer la incipiente demanda extranjera, aprender el tan necesario uso de las nuevas tecnologías, iniciarse en psicología para entender mejor a los clientes o adquirir formación básica en materia legal y urbanística, serán unos pluses muy valiosos.
El sector inmobiliario abarca numerosos sectores y conocerlos todos es una tarea más bien imposible. Siempre será recomendable especializarse y dominar un nicho (viviendas vacacionales, de lujo, oficinas, naves industriales…) con el que obtener unas buenas credenciales.
No solo es necesario ofrecer la información pertinente sobre el inmueble; el cliente, cada vez más exigente, demanda el conocimiento de las características del entorno (supermercados, farmacias, ocio, aparcamientos…) por lo que el asesor inmobiliario debe de preocuparse en estudiar la zona para satisfacer dicha demanda.
Es una necesidad que el agente inmobiliario esté actualizado sobre las últimas tendencias de marketing inmobiliario. Los diferentes canales promocionales y de ventas existentes en la actualidad (Google Ads, portales inmobiliarios, redes sociales, blogs, videos, email y medios de comunicación) obligan a que el asesor inmobiliario actúe de guía para elegir el modelo de marketing personalizado más beneficioso para el cliente.
Para realizar un buen trabajo de captación, es muy interesante el dominio de herramientas como los videos, la fotografía o potenciar el «home staging» (técnica que consiste en crear un espacio atractivo para acelerar la venta de una vivienda,) ya que también ayudan al asesor a crear una marca de identidad propia.
De poco sirve estar muy formado o conocer el uso de herramientas que facilitan el trabajo de un asesor si este carece de motivación, no visualiza el éxito o no cree en él. La motivación es un elemento clave en todo el proceso de venta, la falta de ella puede implicar la pérdida del cliente por rendirse antes de tiempo.
Aunque es importante saber competir y colaborar con el resto de profesionales del sector, conocer a la competencia permite ir un paso por delante. No obstante, saber trabajar en equipo y compartir, dirá mucho del nivel de profesionalidad del asesor inmobiliario.
El éxito de un asesor pasa por ser un buen negociador. Si se sabe escuchar a ambas partes (comprador y vendedor) y se comprenden sus necesidades, el agente será capaz de realizar cualquier tipo de transacción, pero lo más importante es que todas las partes estarán satisfechas con el trabajo realizado.